martes, 15 de febrero de 2011

Pecasso... el caballo alado que se encontró con Pablo el pintor


La leyenda más conocida que describe el nacimiento de Pegaso, dice que ocurrió en el momento en que la sangre de la malvada Medusa cayó a tierra, luego de que Perseo le cortara la cabeza.
Desde ese momento, Pegaso quedó inscrito en el amplio abanico del panteón griego, ya que sustituyó en funciones a la fiel Iris, porque Zeus lo designo como mensajero entre los dioses y el hombre.
Indomable, puro, generoso y bello eran y son las calificaciones que se le adjudican. Tan solo un humano, Belerofonte, tuvo la gracia de poder montar sobre él, y esta gracia le fue concedida por la diosa Atenea, que le proporciono una brida de oro.
 


 
Este caballo nuestro es descendiente directo de aquel Pegaso, pero su nombre lo toma de su fascinación por los cuadros de Picasso, su pintor favorito. 
Habían visto alguna vez a un caballo pintor? Sólo hay que imaginarselo pintando el cielo con las nubes que encuentra en sus paseos matinales...